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Puente del Río Guadalhorce en la A-7203 - Km. 8 |
Ana González pasó a la mañana siguiente (15 de Febrero de 1937) por el camino que separa su pueblo de la localidad de Villanueva del Trabuco. Sabía que algo malo se iba a encontrar pues había oído cómo su madre advertía a su abuela: "Ni se te ocurra llevar por el puente a la niña". Pero algo le decía a la anciana que en aquella fosa estaba su hijo Francisco, que, como los otros diez muertos, llevaban una semana encerrados en el Ayuntamiento a la espera de un supuesto juicio.
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Muerte en la cuneta |
Cuando llegaron al viejo puente, la abuela se quedó parada. Necesitaba la confirmación de su presagio pero tenía miedo a que alguien del pueblo la viese husmeando. Así que se vio obligada a echar mano de su nieta.
-"Anda, hija, acércate y mira a ver qué hay ahí".
-"No quiero, tengo miedo", recuerda Ana que le respondió.
La abuela le prometió que al llegar al Trabuco le compraría unas alpargatas. Lo que para muchos puede ser un detalle insignificante para Ana fue un estímulo. "Iba a ser mi primer calzado", rememora con una sonrisa entrañable de oreja a oreja. Su gesto cambia cuando se le pregunta por lo que vio al asomarse a la cuneta. Agacha la cabeza y con voz baja, relata: "Un montón de piedras puestas de cualquier manera de la que sobresalían brazos, piernas, un cinturón..., algo terrible para cualquier persona, pero más para una niña".
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Fosa Común |
Ana, aturdida por la escena, se apartó y empezó a vomitar. "Vente, vente que nos vamos", recuerda que le gritó su abuela. Al volver, por la tarde, a Villanueva del Rosario, la abuela llevó a Ana a distintas casas para que contase lo que había visto. "Con el tiempo me he dado cuenta de que me utilizó para que confirmase los peores presagios porque ella tenía miedo; no le guardo rencor, ella sabía que a una niña no la iban a hacer nada".
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Muerte en la Cuneta |
Ana repitió la cantinela en unas cuantas casas hasta que en una dio en el clavo. "¿Dices que has visto una camisa azul? Ay, tiene que ser la de mi hijo José". Es lo único que le pudo decir aquella vecina antes de romper a llorar...
Algunas de las fotos que ilustran esta entrada fueron tomadas por mi en el año 2010. El pasado mes de agosto (2012) pasé de nuevo por el puente sobre el río Guadalhorce, en la carretera que une Villanueva del Trabuco con Villanueva del Rosario. Quería tomar unas fotos de más calidad que las anteriores. Pero, no pude...
... alguien había arrancado la cruz que recordaba el lugar del asesinato y enterramiento clandestino de aquellos once andaluces. Alguien quiso arrancar aquella cruz para acabar con el recuerdo. Y no lo conseguirá. Ahora su recuerdo vive también aquí, en Exitus Letalis.