Durante las décadas de los 70 y 80 era relativamente frecuente encontrar este imán ¿amuleto-protector? en el salpicadero de algunos automóviles. Aparecía en él alguna imagen religiosa acompañada de la leyenda "Yo conduzco, Ella me guía".
Había una versión laica en la que aparecían las fotos de los churumbeles y un "Papá, no corras". Y es que, queridos Niños y Niñas, en aquella remota época el volante era cosa de hombres. Casi exclusivamente.
No debían de ser amuletos demasiado efectivos porque, sólo en el año 1989, murieron en las carreteras del Estado español 9.344 personas. Pero eso es otra historia, triste y dolorosa, pero otra historia.
Lo que se me hace raro es ver el imán amuleto-protector para conductores en una lápida...